La sensibilidad es una reacción a la nutrición y la incapacidad del cuerpo para asimilar ciertos componentes.
Es similar a la intolerancia, pero a menudo es menos agresivo y se manifiesta de manera diferente: malestar general, dolores de cabeza, debilidad, entre otros. Los efectos que pueden causar las sensibilidades a los alimentos no son un problema grave sin embargo son bastantes desagradables dado a los efectos asociados como el dolor en las articulaciones, dolor de estómago, fatiga, erupciones cutáneas y, en general causan una disminución en el desarrollo normal de la calidad de vida. La buena noticia es que las reacciones desagradables a los alimentos, especialmente las sensibilidades alimentarias, pueden desaparecer con el tiempo, ya que nuestro cuerpo, sistema inmunológico y microbioma intestinal cambian constantemente junto con la autorrenovación continua de las células determinada por nuestra expresión genética.